Artista pop, activista, educadora y monja, colega de figuras como Charles y Ray Eames y admiradora de Andy Warhol, Sister Corita nos trajo toda una revolución no solo en el arte de la serigrafía sino también en el de las pedagogías artísticas y en la propia noción de «creatividad». Aprender arte a la manera Corita consistía en buscar al artista que todos llevamos dentro y entregarse para siempre a la observación atenta, el juego y la celebración. En 1979, tras revolucionar las aulas de arte del Immaculate Heart College de Los Ángeles, Sister Corita pidió a Jan Steward, amiga y antigua alumna suya, que escribieran juntas un libro en el que recoger y transmitir sus enseñanzas.