Es “gravemente culpable” quien no maneja un asunto con el cuidado que incluso las personas negligentes y poco prudentes suelen emplear. Hablamos de temeridad, ineptitud, indiferencia. Se trata de un descuido supino. A tal punto, que a veces cuesta diferenciarlo del comportamiento doloso o intencional. Si bien la teoría tripartita de la culpa ha sido objeto de fuertes críticas en otras jurisdicciones, es un hecho indesmentible que la misma fue consagrada en nuestro país por don Andrés Bello tras una profunda reflexión, y que ha estado plenamente vigente por más de 160 años. A la fecha, los estudios sobre la materia no resaltan la independencia de la culpa grave frente al dolo. Pues bien, esta obra se propone elaborar una teoría sistemática sobre la culpa grave, que reivindica su rol en nuestro sistema de responsabilidad. El autor revisa las particularidades del concepto apoyándose en doctrina y jurisprudencia chilenas y extranjeras. Ello permite conocer —de manera ilustrativa— en qué casos se ha incurrido en la negligencia más grosera que nuestro ordenamiento jurídico sanciona.