El capitalismo lleva tiempo paralizado y no ofrece respuestas a nuestros mayores problemas, como las epidemias, la desigualdad y la crisis ambiental. Se impone la necesidad de repensar el papel de los Estados en la economía y la sociedad, de orientar los presupuestos al largo plazo y de recuperar el sentido del interés público.
Misión economía, cuyas ideas ya se están adoptando en todo el mundo, propone fijarse unos objetivos inspiradores e ilusionantes, entre los que se incluyen una prosperidad ampliamente compartida, unos servicios públicos de calidad para todos y una solución a la crisis climática. Según Mazzucato, los Estados pueden afrontar grandes desafíos y misiones ambiciosas, y su visión ofrece una salida a nuestro inmovilismo hacia un futuro más optimista.