El presente título muestra a los profesores la importancia de enseñar no sólo estrategias de aprendizaje sino de integrarlas a los saberes o conocimientos generales, que se traducirán en capacidades para resolver otros problemas, aplicables al aula o a la vida diaria. Por supuesto, el fin último de este enfoque deja atrás el aprendizaje entendido como una recopilación de conocimientos parciales y aislados, con miras a lograr la integración del conocimiento con fines prácticos.